Timbrazos de madrugada

EL PAÍS 29 dic 1981 EL CONATO de detención, hace menos de dos semanas, de Juan Infante, diputado del Parlamento vasco, para dar cumplimiento a una orden de búsqueda y captura dictada por la autoridad militar en 1971, parece sacado de las páginas de El proceso, de Franz Kafka. El diputado vasco tuvo que hacer un esfuerzo de memoria para recordar que, efectivamente, había sido reclamado por el Juzgado Militar número 4 de Bilbao en marzo de 1971, acusado de actividades políticas, en aquel tiempo ilegales. Sin embargo, la jurisdicción castrense se inhibió posteriormente en favor del Tribunal de Orden Público, que condenó y envió a prisión a Juan Infante. La estampa de un ciudadano que, después de haber cumplido una pena de privación de libertad, es despertado por funcionarios de policía a las siete de la mañana para responder de nuevo por esos hechos remotos hubiera podido servirle a Alfred Hitchkock de argumento para una de sus películas. Pero si se añade que el detenido ...